Perros duros...hombres blandos




      Nunca una novela protagonizada por perros fue tan humana. Podría pasar perfectamente por una novela negra al uso en la que la maldad humana cobra relevancia desde la perspectiva perruna. Y son precisamente los humanos quienes convierten en animales a nuestros protagonistas cánidos.
Según Negro, nuestro protagonista, cruce de mastín español y fila brasileño," un perro no es más que una lealtad en busca de una causa" y en eso es lo que se convierte para él el intento de salvación del secuestro de su amigo. En una causa basada en la lealtad hacia Teo, un sabueso rodesiano "callado, fuerte y valiente" de aspecto fuerte y musculoso. Como buen perro, lo da todo para salvarlo, investigando e introduciéndose en lo más peligroso del carácter humano, su sed de sangre, pelea y la falta de respeto hacia todos los seres vivos. Humanos que dejan de serlo frente a la sensibilidad de los canes. Humanos que deberían dejar de llamarse así precisamente por la falta de esa cualidad, la humanidad y el exceso de crueldad.

      Nunca pensé que una novela protagonizada por perros pudiera engancharme de esta manera y eso solo puede conseguirlo el maestro Arturo Pérez-Reverte. En Los perros duros no bailan, editado por Alfaguara deja muy claro que los perros son lo que los amos hacen de ellos, y determina que "una de las ventajas que los animales" poseen sobre los humanos es que "nadie nos exige ser políticamente correctos", pero, y a diferencia también de ellos, extremadamente leales incluso aunque sus amos no sean justos.

      Recomiendo su lectura incluso a quienes no le gusten los perros, leedla con los ojos y desde la perspectiva abierta de una novela negra porque de eso, al fin y al cabo, se trata, de una auténtica novela negra protagonizada por...¿perros?

                                  Os espero entre los libros


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